lunes, 26 de octubre de 2009

Nacimientos: ¡chicho, dame más papa!

La culpa podría ser, una vez más, de esa vieja que lo devora todo. Lo cierto es que a Roberto Cossa le cuesta precisar cuándo y dónde escribió las diferentes versiones de La Nona. Quizá -como dice- porque el personaje es demasiado astuto. Ahora, festejando el éxito de Yepeto, su última obra, Cossa rememora el tiempo en que se divirtió haciendo la primera Nona, entre el '70 y el '71 cuando ella se escurría, con su rostro achacoso, entre los gestos exagerados de un italiano laburante. Precisamente de ese abuelo materno, carpintero en El Palomar, que trabajaba doce horas diarias para que cada uno de sus ocho hijos tuviera profesión. Copió su forma de pedir comida, sus giros idiomáticos, sus tics. Dio vuelta por completo esa entrega al trabajo, a las obligaciones, y se los entregó al personaje que iba a enamorar a Pepe Soriano.

También hurgó en su álbum familiar y dio forma a la tía, de una propia, una mujer tan inocente que se mareaba con el vinagre de la ensalada. Carmelo fue un poco su padre y el resto de los personajes seres que se componen de muchos otros, retaceados a la calle o al insomnio. El libro formaba parte de un ciclo que junto con Somigliana y Talesnik, preparaban para canal 9.
-Romay lo quería para que Pepe Soriano fuera el protagonista. Pagó los trece libros que le entregamos, pero los guardó en un cajón.
El autor sintió, junto con los demás del grupo, cierta frustración. La Nona lo había hecho sentir muy libre, tanto como El avión negro, cuando rompía con sus propios esquemas teatrales. Además le permitió reír (algo bastante difícil para un periodista que cubría la plana política en aquellos años) y fue el motivo principal para convencer a su jefe de La Opinión para que le dejara tomarse licencias de una semana, cada cierto tiempo.

Pasaron más de tres años. En enero del año '74, canal 13 puso La Nona, interpretada por Norah Cullen, con Osvaldo Terranova, Dringue Farías y Miguel Ligero. Tuvo buena repercusión. Terranova, Martha Degrazia, la mujer de Cossa, y Rudy Catari, le insistieron en que trabajara la obra para teatro. Pero Cossa se negaba. En parte porque no retoma historias que da por terminadas, y muy especialmente porque ya el país estaba sumergido en plena violencia. El dramaturgo quedaba relegado por el periodista. Cossa tenía que estar donde la profesión y el gremio lo requerían.
Vino el golpe del '76. En El Cronista Comercial, donde trabajaba, ofrecían una buena indemnización para los que aceptaran renunciar. Cossa tomó una determinación y recibió trece sueldos. Por consejos de su mujer, los cambió en dólares. Ambos sacaron pasaportes, se anotaron en ELMA. mandaron carta a un amigo de España. Vino también la primera mudanza estratégica. Del viejo departamento de Córdoba y Uruguay a Mármol y Agrelo. En ese tiempo muerto, y para dejar de pensar en la partida, retomó La Nona.

-Era casi la misma historia que escribí para televisión, solamente le agregué diálogos para llevarla al teatro.
Trabajó dos meses seguidos, prácticamente con el mismo ritmo que llevaba en el diario. Sólo que se impuso un horario, casi de banquero, de 12 a 16. La rutina le servía como refugio. Una tarde se reunió el grupo para hacer la primera lectura de La Nona. Apenas terminó de leer, Carlos Gorostiza se la pidió para dirigirla, con la condición de que la hiciera un hombre.
-Todavía no me daba cuenta de la dimensión metafórica, asexuada, que toma en un actor. Cuando una actriz hace el personaje, la cosa no funciona igual.
En ese tiempo, a veces largo, a veces corto, donde se decidía si se hacía la obra, cómo y con quién, Cossa continuaba asediado por las muertes, las desapariciones en su entorno, las ganas de irse. Vino otra mudanza. Como remedio contra el temor se empecinó en pulir la obra. Escuchó los consejos de Gorostiza y María Luz Regás:
"La Nona es muy linda, muy divertida, pero da para más"
-Se ve que en mi subconsciente ya estaba fijada la violencia, la muerte. Por eso rehice la segunda parte, cuando los personajes mueren uno por uno y la vieja destruye todo.

Fue la voracidad de la Nona la que acabó con el miedo de Cossa. aunque ahora se ría y diga que son milagros del trabajo teatral, la fuerza del grupo, la seguridad que se consigue entre todos. Cuando en agosto de 1977 se estrena la obra en el Lassalle, ya ni se acuerda del viaje. Por cábala, toca madera cuando le dicen que la obra interpretada por Ulises Dumont es un éxito. A los pocos días, arrojan una bomba incendiaria en la entrada de la sala. Se rompen los vidrios de la puerta, se quema parte de la alfombra, pero nada más. El grupo decide silenciar el asunto, que juzga como una advertencia. Brandoni, es el primero del reparto que debe irse del país. Sobrevienen los reemplazos casi sin interrupción. El público llena la sala del Lassalle.

Tiempo después, un alto funcionario les advierte que desde el Ministerio del Interior se intenta prohibir la obra. El grupo reúne las críticas y comentarios que se publican y los envía al Ministerio. La estrategia resulta y la prohibición de La Nona es sólo para menores de 18 años. Al año y medio, la pasan a la sala del Instituto de Arte Moderno. Pese al éxito, la situación económica comienza a pesar sobre el elenco.Antes de bajarla de cartel, Héctor Olivera habla con Cossa para llevar la obra al cine. Ya la vieja italiana, ese personaje terrible que algunos identifican con la inflación, otros con el imperialismo y Cossa con la muerte, queda consagrada en el exterior. Soriano se come a la Nona. La Nona se come al público.

Publicada originalmente en Crítica, 1987.
Link original: http://www.magicasruinas.com.ar/revistero/esto/revdesto226.htm

miércoles, 14 de octubre de 2009

Cuarto construcciones. Trabajo práctico sobre policial negro

Cuarto Construcciones. Tercer trimestre Trabajo práctico

La variante negra y argentina del policial

Trabajo práctico individual
Fecha de entrega: 22 de octubre de 2009

Textos: Goligorsky, “Orden jerárquico”, Feinmann “Últimos días de la víctima” (selección de capítulos en la fotocopiadora) y película del mismo nombre (Aristarain, 1982), Borges “La muerte y la brújula”

Introducción

Eduardo Goligorsky publica “Orden jerárquico” en 1975. Casualmente gana un premio en un concurso de cuentos policiales organizado por la revista 7días, del cual Borges es jurado. Casualmente en el mismo concurso fue premiado “La loca y el relato del crimen”, de Ricardo Piglia. Asimismo, José Pablo Feinmann publica su novela “Últimos días de la víctima” en 1979, siendo llevada al cine por Adolfo Aristarain con guión del mismo Feinmann en 1892. “La muerte y la brújula”, en cambio, es un relato bastante anterior. Fue publicado en 1948 en Ficciones, una de las obras centrales de Jorge Luis Borges.
Este trabajo tiene dos objetivos: por un lado, identificar en estas obras las características de la variante negra del policial, y por el otro, ver en “Últimos días de la víctima” la reelaboración y la reescritura de los cuentos de Borges y Goligorsky.

Preguntas

1. Dice el escritor argentino Ricardo Piglia: “Los relatos de la serie negra (los thriller, como lo llaman en Estados Unidos) vienen a narrar lo que excluye y censura la novela policial clásica. Ya no hay misterio alguno en la causalidad: asesinatos, robos, estafas, extorsiones, la cadena siempre es económica” ¿Cómo aparecen estos elementos en los relatos y la película?
2. Dice el escritor norteamericano Raymond Chandler: “El autor realista de novelas policiales habla de un mundo en el que los gángsters pueden dirigir países: un mundo en el que un juez que tiene la bodega clandestina llena de alcohol puede enviar a la cárcel a un hombre apresado con una botella de whisky encima” ¿Cómo se expresan estas relaciones de poder en “Orden jerárquico”?
3. Encuentren por lo menos tres puntos en común entre “Últimos días de la víctima” y “Orden jerárquico”. Se recomienda usar la selección de capítulos de la novela.
4. Analice el personaje de Mendizábal, e identifique cuáles son los elementos típicos del género policial que confluyen en su propia persona. Compare con “La muerte y la brújula”.
5. Identifique en “La muerte y la brújula” elementos del policial clásico y del policial negro ¿Cuál es el móvil del crimen? ¿Cuáles son las pistas que desvían a Lonrot? ¿Mediante qué elementos se da la resolución del crimen?

Producción escrita.

Observen la imagen que se encuentra aquí , cuyo autor es el fotógrafo Martín Katz, a quienes ustedes ya conocen.
De acuerdo a las características del policial negro, imagine un personaje y una situación acorde al género, inspirada por la fotografía. Deténgase en los detalles: los colores, la expresión del rostro, aquello que se ve y también lo que no se ve. Imagine un rol para la persona retratada ¿es el criminal, la víctima, el detective? Imagine una situación posible ¿escapatoria/persecución? , y desarróllela, y un ambiente (el campo, la ciudad, la ruta, el atardecer, la noche). Describa estos elementos en no menos de quince líneas. Si puede construir una narración, o el principio de ella, mucho mejor.

Puntaje: cada pregunta vale un punto, la producción escrita cuatro. El punto restante se agrega si el trabajo es prolijo, está bien escrito y la ortografía y la puntuación son adecuadas.
Dos trabajos iguales, o prácticamente idénticos serán calificados con 1 (uno)